El milagro de Gullspång
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Una premonición aparentemente divina lleva a las hermanas noruegas Kari y May a comprar un piso en la pequeña ciudad sueca de Gullspång. Para su sorpresa, el vendedor Olaug se parece sorprendentemente a su hermana mayor Astrid, que se suicidó 30 años antes. Lo más extraño es que este doble se llamaba "Lita", el mismo apodo que su difunta hermana. ¿Quién es Olaug y qué está pasando aquí?
Una prueba de ADN revela que Olaug es hermana de Kari y May. En di...
Una premonición aparentemente divina lleva a las hermanas noruegas Kari y May a comprar un piso en la pequeña ciudad sueca de Gullspång. Para su sorpresa, el vendedor Olaug se parece sorprendentemente a su hermana mayor Astrid, que se suicidó 30 años antes. Lo más extraño es que este doble se llamaba "Lita", el mismo apodo que su difunta hermana. ¿Quién es Olaug y qué está pasando aquí?
Una prueba de ADN revela que Olaug es hermana de Kari y May. En ese momento, llaman a la directora Maria Frederiksson. ¿Querría ella ahondar en el milagro? En ese momento, Frederiksson no tenía ni idea de lo que iba a descubrir, pero la historia resultante es oro documental. Decir que la verdad supera a la ficción sería quedarse muy corto al hablar de El milagro de Gullspång. La historia da giros y vueltas que harían demasiado inverosímil incluso la historia de una telenovela: gemelos ocultos, niños de acogida, nazis, malversación de fondos, incompetencia policial, fanatismo religioso, rencillas familiares y, posiblemente, un asesinato sin resolver, todos juegan su papel. El documental se ve favorecido además por los personajes implicados en esta historia, que se mueven con tal soltura ante la cámara que parece que hubieran sido elegidos en el casting.
Combinando recreaciones dramáticas con imágenes de archivo, El milagro de Gullspång teje una historia de crimen real en un relato único de una familia que lucha contra la pérdida y el engaño, y se convierte en una exploración no sólo de cómo contamos las historias, sino también de cómo elegimos qué creer. Para la familia, el deseo de definir sus propias verdades se convierte en algo más importante que saber qué es realmente cierto.