¿Le gusta la historia holandesa? Entonces no te pierdas el Cavaleriemuseum de Amersfoort. En mi opinión, es único en Holanda. Desde hermosos uniformes originales hasta carros blindados y tanques (¡que se conducen de verdad!). Nos hicieron una visita guiada y nos sumergimos en la historia de la caballería y descubrimos su vínculo con Amersfoort.
El Museo de Caballería se encuentra en los terrenos del Cuartel Bernard. En este emplazamiento se construyeron los primeros edificios del Cuartel Bernard especialmente para la caballería en los años 1938/1939. Con el tiempo, el cuartel se convirtió en un cuartel de caballería típico hasta finales de 1996. Así que el hecho de que el museo se encuentre aquí no es ninguna coincidencia. ;-) Hoy en día, el cuartel de Bernard es el mayor centro de entrenamiento de Defensa.
Entrar en el campo
No es frecuente, digamos que nunca, que tenga que mostrar mi pasaporte para visitar un museo. Como el Museo de Caballería está en el recinto del cuartel, hay que presentarse primero ante el guardia. ¡Una experiencia especial en sí misma!
Oír, ver y experimentar
Una vez en el museo, nos recibe nuestro entusiasta guía. En dos horas aprendemos (casi) todo sobre la caballería holandesa. Desde las operaciones a caballo hasta los tanques.
Es extraordinario no sólo escuchar esta historia de nuestro guía, sino también verla a través de la extensa colección y experimentarla a través de la ubicación única del museo.
De uniforme...
Seré sincera: si hay ropa expuesta en un museo, ya me he convertido. De este modo, siempre encuentro que la historia cobra un poco más de vida que a través de fotografías o pinturas. En este sentido, el Museo de la Caballería es un verdadero placer para mí.
Encontrará una magnífica colección de uniformes que también cuentan una fascinante historia por derecho propio (¡incluso hay un uniforme original de 1830!). Desde la colorida y llamativa indumentaria de los tiempos de la caballería a caballo hasta los colores de camuflaje que nos resultan familiares hoy en día.
...a caballo, en bicicleta y en carro
No sólo los uniformes han cambiado drásticamente a lo largo de los años, el modo de transporte también ha experimentado muchos cambios. En el Museo de la Caballería podrá comprobarlo con sus propios ojos. De los caballos a las bicicletas y de los primeros carros blindados a los tanques.
Para estos últimos vehículos, nos dirigimos al segundo edificio del museo. Aquí hay carros blindados y tanques originales. Los voluntarios los mantienen tan bien que pueden conducirse. Y eso hace que se presten regularmente para producciones cinematográficas como La batalla del Escalda.
Merece la pena visitarlo
En mi opinión, el Museo de la Caballería bien merece una visita. No solo por su exposición única e impresionante, sino también por la conexión que la caballería tuvo (y sigue teniendo) con Amersfoort.